lunes, 29 de diciembre de 2014

Nos importas a mi y a Dios

Como no comenzar "Feliz Navidad" de todo corazón es nuestro deseo que estés disfrutando de recordar el motivo de la Navidad.

En estos días nos sentamos muchas veces alrededor de la mesa y es algo increíble. Además de comer en ocasiones más de la cuenta.

Alrededor de una mesa de comedor pasa algo sagrado que jamás pasará en un santuario. En el auditorio de una iglesia solo ves la parte de atrás de la cabeza de la gente. Alrededor de la mesa ves las expresiones de la cara. En el auditorio solo habla una persona; en la mesa todos tienen voz. Los servicios de la iglesia tiene horario. Alrededor de la mesa hay tiempo para hablar.

La hospitalidad abre la puerta a una comunidad fuera de lo común.
No es casualidad que hospitalidad y hospital procedan de la misma palabra en latín, porque ambas llevan el mismo resultado: curación. Cuando le abres la puerta a alguien, estás mandando este mensaje: "Nos importas a mi y a Dios". Puede que pienses que lo que estas diciendo sea: "Ven a hacernos una visita", pero lo que tu invitado oye es: "Valgo la pena"

Te animamos a que hagas un lugar en tu mesa para recibir a alguien que no es de la familia a un "extraño" para las estas costumbres de estas fechas, que vivas la Navidad de forma diferente. 

Cuando recibes a extraños en tu mesa estas recibiendo a Dios mismo.

"les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí." (Mateo 25:40 NIV)

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